Desde El Otro Lado
Flores, racismo, y visa.
Hace mucho tiempo, Junio del 2008, visité a un ingeniero de Nextel en Tijuana, Rodolfo Arturo Ocampo.
Fue una visita de negocios. Yo trataba con el corporativo de esa empresa en la Ciudad de México, y decidí visitar a las oficinas en Tijuana. El Ing. Ocampo fue muy cortes,
me mostró las instalaciones de la empresa, sobre todo la parte operativa con la cual proporcionaban el servicio a todo el estado. Lo que mas recuerdo de nuestra
conversación fue un comentario casual que hizo sobre una mujer que aseaba las instalaciones. Se apreciaba que la mujer era subcontratada, no era empleada de Nextel. El
ingeniero resaltó que la mujer era rubia…que eso no se veía en su tierra, ¡una mujer de tez blanca desempeñando labores de limpieza! Me llamó mucho la atención su
comentario, tanto que 14 años después aún lo tengo presente. Tijuana es una ciudad multi-cultural y detalles como el que él resaltó por lo general pasan desapercibidos
para los originarios de esta tierra.
El racismo en México existe, y es fuerte; y además se entrelaza con clasismo. Pero al otro lado de la frontera el racismo adquiere otras dimensiones.
El racismo en los EE.UU. es un tema presente, recurrente. Todos los días uno escucha sobre el tema, es parte de la cotidianidad. El racismo más común es el que sufren las
personas de piel negra. Es el que más se discute, pero está en todos lados. La distinción del origen de la persona es inevitable. Invariablemente sale a relucir en algún
momento del día.
Un caso que llamó mi atención es el que sufrió Brian Flores, ex entrenador en jefe de los Delfines de Miami,
equipo profesional de futbol americano. Flores es de tez negra. Hoy se les llama afro-americanos, sin que haya una contraparte que se denomine euro-americanos o
anglo-americanos.
Esta muy documentado que en los EE.UU. la mayoría de los puestos de decisión como gerentes, directivos, miembros del consejo consultivo, etc., son desempeñados por gente
de tez blanca… Y la NFL no es la excepción. La mayoría de los entrenadores en jefe, headcoach en inglés, son de raza blanca. Y es de llamar la atención porque la mayoría de
los jugadores de futbol americano son de raza negra. La NFL, en su esfuerzo por remendar esa situación y buscar ser más equitativa impuso una regla interna en la que se
indica que todo equipo de la liga, siempre que se abra una vacante para entrenador en jefe, tendrá que obligatoriamente entrevistar a por lo menos un candidato de raza negra.
Es un requisito que todos los equipos de esa liga deben de seguir.
En mi parecer es una propuesta justa. Excepto que se vuelve un requisito incomodo si el equipo ya se decidió por un candidato y aún no ha entrevistado a un candidato de
raza negra. En un requisito que se debe de cumplir, es decir, de todos modos se debe de entrevistar a un candidato de raza negra a sabiendas de que no se le contratará.
Eso es lo que le sucedió a Flores. Tenía calendarizada una entrevista con el equipo Gigantes de Nueva York, pero se enteró por una casualidad de que el equipo ya se
había decidido por otro candidato. Los Gigantes de NY le harían perder su tiempo simplemente para cumplir con este requisito. Flores decidió demandar a la NFL por prácticas
discriminatorias, esto es reciente, la demanda aún está en curso. La misma medida que la NFL tomó para luchar contra la discriminación racial es la que le causo a Flores este
sentimiento de discriminación en su contra. ¿Qué hacer?
Yo tengo razonamientos encontrados porque es una medida de dos filos. Le corta la libertad a los clubes de contratar a quien les de su gana, pero algo hay que hacer para
crear oportunidades equitativas para todos. Mi razonamiento encontrado es porque yo mismo he sido beneficiado por una situación similar. No por cuestiones raciales, sino
por razones de inmigración dentro de los EE.UU.
En 1998 solicité un puesto en una empresa de San Diego. Contaba con las competencias que el puesto requería, tanto en estudios como en experiencia, así que decidí
enviar mi currículum. La empresa determinó que efectivamente yo era un candidato viable y decidió contratarme. PERO yo no contaba con permiso para laborar en los
EE.UU. La empresa decidió contratarme de todas maneras. Para ello tuvo que tramitar una visa temporal con tres años de valides, y con la posibilidad de renovar por otros
tres años al terminar el periodo. Esta visa es la H1B y es la que se otorga a toda aquella persona a la que una empresa
estadunidense decide contratar para puestos especializados, y que como mínimo cuenta con una licenciatura. Esta visa no es la tarjeta verde, no es la que otorga la residencia permanente, es una visa temporal que le
permite a la empresa llenar sus vacantes cuando el mercado local no cuenta con suficiente personal calificado.
Al año de haberme contratado la empresa decidió tramitar mi residencia permanente. Para estos casos, para que una empresa patrocine la residencia permanente de un empleado debe de demostrar a las autoridades de migración que ha hecho todo lo posible por encontrar candidatos dentro de los EE.UU que reúnan las competencias que el puesto requiere. La empresa que patrocina la residencia permanente a uno de sus empleados debe por ley anunciar el puesto en medios especializados, y además debe de entrevistar a otros candidatos, y tiene que especificar el porqué los candidatos entrevistados no reúnen los requisitos. De encontrar uno, se supone que se le debe de contratar y dar preferencia sobre el extranjero, de ser así, el extranjero debe de dejar el país.
La lógica indica que si el empleado ya tiene la experiencia tanto técnica como las especificas a los modos internos de operación de la empresa, entonces este empleado tiene preferencia interna sobre todo candidato externo, sea del país o no. Ese fue mi caso. Pero debido a esta imposición del gobierno, la empresa tuvo que entrevistar a candidatos, a sabiendas de que no los contrataría; solo para satisfacer el requisito. Por mera simulación pues, igual que en el caso de Flores.
Desafortunadamente son condiciones que el mismo gobierno, y empresas como la NFL, crean. Son casos en los que aún no hay solución.
Marzo, 2022
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